El aceite de oliva virgen extra es mucho más que un ingrediente: es cultura, salud y sabor. Pero en los últimos años, ha aparecido una tendencia que pretende desbancarlo del trono en las cocinas modernas: la freidora de aire.
Con promesas de cocinar más saludable y sin apenas grasa, muchos se preguntan si ha llegado el momento de dejar la sartén y el AOVE de lado. ¿Realmente es mejor? ¿O estamos ante otra moda que conviene analizar con calma?
Después de décadas trabajando y defendiendo la calidad del aceite de oliva virgen extra, desde Aceites Queo Porcuna queremos compartir una comparación realista entre estas dos formas de cocinar: sus ventajas, desventajas y lo que la ciencia realmente dice sobre ellas.

¿Qué es eso de la freidora de aire y por qué todo el mundo habla de ella?
La freidora de aire, también llamada air fryer, se ha convertido en el nuevo juguete favorito de la cocina moderna. Suena casi a magia: consigue resultados similares a la fritura pero con una cucharadita de aceite, o incluso sin nada.
¿Cómo? Mediante la circulación de aire caliente a alta velocidad.
Las ventajas son evidentes: menos grasa, menos calorías, menos olores… Y oye, todo lo que ayude a comer más sano sin renunciar del todo al placer tiene su mérito. Ahora bien, que nadie se confunda: no estás friendo, estás cocinando con aire caliente. Y eso tiene sus matices.

¿Por qué seguimos defendiendo el AOVE para freír?
El aceite de oliva virgen extra no es solo una grasa saludable. Es un tesoro nutricional lleno de antioxidantes, polifenoles y ácido oleico, todos ellos beneficiosos para el corazón, el sistema inmune y hasta el cerebro.
Pero lo que muchos no saben es que, además, es el mejor aceite para freír, si se hace bien.
¿Por qué?
- Soporta altas temperaturas (hasta 180-200º) sin degradarse.
- Genera menos compuestos tóxicos al calentarse que otros aceites.
- Aporta sabor, textura y valor nutricional al alimento.
Cuando hablamos de calidad en cocina, el AOVE gana por goleada en sabor y en tradición.

Pero…¿cuál es mejor?
No hay una respuesta única.
Si tu objetivo es reducir al máximo las calorías, cocinar rápido y con poco esfuerzo, la freidora de aire puede ser un gran aliado.
Pero si lo que buscas es sabor, tradición, salud integral y máxima calidad, no hay discusión: el aceite de oliva virgen extra sigue siendo insustituible.
Ambas opciones tienen su lugar en la cocina. Puedes usar la freidora de aire entre semana para unas patatas rápidas, y reservar el AOVE para cuando quieras cocinar como se debe, con mimo y autenticidad.
Ventajas de la freidora de aire:
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Desventajas de la freidora de aire:
- No es una fritura real: El resultado puede parecerse, pero no iguala la textura ni el sabor de una buena fritura en AOVE.
- Riesgo de compuestos tóxicos: Algunos estudios indican que el exceso de calor en freidoras de aire puede generar acrilamidas, especialmente en alimentos ricos en almidón como las patatas.
- Requiere adaptación: No todos los alimentos quedan bien, y muchas veces hay que darles varias vueltas o probar varias veces para lograr el punto deseado.
Ventajas de freír con aceite de oliva virgen extra:
- Sabor inigualable: las frituras adquieren un sabor profundo, natural y delicioso.
- Aporte nutricional: El AOVE mejora el valor nutricional del alimento.
- Fritura más saludable: Si se realiza correctamente (a temperatura estable y sin reutilizar el aceite muchas veces), no implica un exceso de grasa absorbida.
Desventajas de freír con AOVE:
- Calorías: Al ser una fritura real, el contenido calórico final será más alto si se abusa.
- Mayor cantidad y control: Se necesita más cantidad de aceite, y es importante cuidar la temperatura para evitar la degradación.
- Limpieza: Freír implica más esfuerzo posterior para limpiar, aunque el sabor suele compensarlo.
¿Cómo elegir un buen aceite de oliva virgen extra?
La calidad lo es todo.
Apuesta por un AOVE de recolección temprana, prensado en frío, con análisis certificados. Las variedades Picual, Hojiblanca o Arbequina son grandes aliadas del sabor y la salud.
Y recuerda: el color solo es un indicativo, pero el aroma y el sabor sí.
Elige con cabeza, cocina con alma.
La salud está en el equilibrio, y el sabor… en el aceite.
Así que ya lo sabes: la próxima vez que vayas a cocinar, no pienses solo en la rapidez. Piensa en la calidad y en lo que estás ingiriendo. Si puedes, elige AOVE.
Porque no hay tecnología que iguale lo que la tierra y el tiempo han perfeccionado durante siglos.
Sea como sea, que no te falte aceite de oliva virgen extra de calidad en tu cocina.
Y tú, ¿eres más de freidora o de sartén?