Si alguna vez te has sentido perdido frente a la variedad de opciones en el supermercado, este artículo es para ti. Aquí encontrarás una guía clara y directa para entender los diferentes tipos de aceite de oliva y saber cuál es el más adecuado para tu dieta, salud y cocina.
¿Por qué importa tanto el tipo de aceite de oliva?
No todos los aceites de oliva son iguales. Su calidad, proceso de extracción, sabor y beneficios para la salud pueden variar muchísimo. Saber diferenciarlos es clave si te importa lo que comes y cómo influye en tu bienestar.
Además, estamos hablando de un producto que no solo da sabor: el aceite de oliva virgen extra (AOVE) es un pilar de la dieta mediterránea y uno de los alimentos más estudiados por sus propiedades saludables.
Pero, ojo, que no todo lo que dice “aceite de oliva” en la etiqueta es lo mismo ni sirve para lo mismo.
Tipos de aceite de oliva.
- Aceite de oliva virgen extra (AOVE)
Obtención: Se extrae directamente de aceitunas mediante procedimientos mecánicos, sin intervención de productos químicos ni calor.
Acidez: No supera el 0,8%.
Características: Presenta un sabor y aroma excepcionales, sin defectos sensoriales.
Beneficios para la salud: Rico en antioxidantes como los polifenoles y el hidroxitirosol, que protegen las células del organismo y tienen propiedades antiinflamatorias.
Usos recomendados: Ideal para consumir en crudo, en ensaladas, tostadas o como aderezo.
- Aceite de oliva virgen
Obtención: Similar al virgen extra, mediante procesos mecánicos.
Acidez: Hasta un 2%.
Características: Puede presentar ligeros defectos sensoriales.
Beneficios para la salud: Conserva la mayoría de los compuestos beneficiosos del AOVE, aunque en menor concentración.
Usos recomendados: Adecuado para cocinar y freír, ofreciendo una buena relación calidad-precio.
- Aceite de oliva lampante
Obtención: Procede de aceitunas en mal estado o procesos defectuosos.
Acidez: Superior al 2%.
Características: No apto para el consumo humano directo debido a sus defectos sensoriales y elevada acidez.
Usos recomendados: Se destina a la refinación para eliminar impurezas y defectos.
- Aceite de oliva (mezcla de aceite de oliva refinado con aceite de oliva virgen)
Obtención: Resultado de refinar el aceite lampante para eliminar impurezas, seguido de una mezcla con una pequeña proporción de aceite virgen para mejorar su sabor y aroma.
Acidez: Muy baja, generalmente inferior al 0,3%
Características: Sabor y aroma neutros, con menor contenido de antioxidantes y compuestos beneficiosos.
Beneficios del AOVE para tu salud y dieta.
No es casualidad que el aceite de oliva virgen extra se mencione en estudios de Harvard, la Universidad de Navarra y medios como National Geographic. Se ha confirmado que:
Ayuda a controlar el peso, incluso cuando se consume en dietas hipocalóricas.
Reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Mejora la salud cerebral y reduce el riesgo de deterioro cognitivo.
Tiene efectos anticancerígenos, gracias a los polifenoles.
Regula el tránsito intestinal y mejora la digestión.
Según un estudio de 2023 publicado en Olive Oil Times, se ha demostrado que incluir AOVE en dietas de control de peso genera una mayor saciedad y adherencia que otras fuentes de grasa.
¿Cómo reconocer un buen AOVE?
- Etiqueta: Que diga claramente «aceite de oliva virgen extra».
- Envase: Evita botellas transparentes o de plástico. Mejor vidrio oscuro o lata.
- Fecha de cosecha: No es lo mismo una cosecha de hace 2 años que una reciente. El frescor importa.
- Origen: Si tiene Denominación de Origen o Indicación Geográfica Protegida, es una garantía.
- Sabor: No tengas miedo a lo amargo o picante: es señal de polifenoles. Cuanto más plano y suave, menos propiedades suele tener.
Cómo conservar correctamente el aceite de oliva.
Una vez comprado un buen aceite de oliva virgen extra, conviene cuidarlo como lo que es: un producto vivo y delicado.
- Guárdalo en un lugar fresco y oscuro. La despensa, nunca encima de los fogones.
- Ciérralo bien después de cada uso. El oxígeno lo oxida.
- Úsalo antes de los 12 meses tras la cosecha. Aunque no se pone “malo”, pierde aromas y propiedades.
Errores comunes al comprar aceite de oliva:
Confundir “suave” e “intenso” con calidad.
Estos términos suelen usarse en aceites refinados.
Comprar solo por precio.
El AOVE de calidad tiene un precio más alto, sí, pero también más valor nutricional y rendimiento.
Elegir botellas decorativas sin protección a la luz.
El diseño no garantiza frescura.
Pensar que todos los aceites son iguales.
Si lo que buscas es salud, sabor y una alimentación equilibrada, el aceite de oliva virgen extra es la respuesta. Aunque su precio sea algo mayor, sus propiedades nutricionales, estabilidad al cocinar y sabor lo convierten en una inversión rentable para tu bienestar.
Invertir en un buen AOVE es cuidar tu salud y la de quienes te rodean. Y una vez que pruebas uno de calidad, ya no hay vuelta atrás.
¿Te ha sido útil esta guía?
Guárdala, compártela o imprímela para tenerla a mano cuando vayas a comprar. Y si quieres probar un AOVE de recolección temprana, con sello de tradición familiar, calidad certificada y sabor equilibrado, no dudes en explorar nuestras variedades en Aceites Queo Porcuna.












